100 años investigando el mar

Un poco de historia






El Instituto Español de Oceanografía es uno de los primeros organismos del mundo que comenzó a dedicarse íntegramente a la investigación del mar y sus recursos. Sus orígenes se remontan a finales del siglo XIX, en una época en que algunos naturalistas españoles se ponen como meta mejorar la investigación sobre el mar, en un intento de equipararla a la que se venía haciendo en otros países más avanzados.

Surgen así figuras como Augusto González de Linares, que en 1886 funda la Estación Marítima de Zoología y Botánica Experimental de Santander, vinculada a la Universidad de Valladolid y, más adelante, el profesor Odón de Buen, creador en 1906 del Laboratorio Biológico Marino de Baleares, en Porto Pi y de la Estación Biológica-Marina de Málaga en el año 1908.
Pocos años después, en 1914, tiene lugar el nacimiento del organismo: Odón de Buen funda el Instituto Español de Oceanografía, que aglutina y coordina los trabajos que se estaban realizando en los centros antes mencionados. En el Real Decreto fundacional se establece, entre otras cosas, que la red de laboratorios costeros se ampliará con dos nuevas instalaciones, “que se establecerán en Vigo y en Canarias”. Además, se definen las funciones del IEO, que “tendrá por objeto el estudio de las condiciones físicas, químicas y biológicas de los mares que bañan nuestro territorio con sus aplicaciones a los problemas de la pesca”, con lo que ya se señalaba el carácter de servicio público del organismo como uno de sus pilares.

Casi un siglo de investigación

A lo largo de su historia, el IEO ha dependido de los Ministerios de Instrucción Pública y Bellas Artes (1914), Fomento (1928), Marina (1932), Comercio (1963), Transportes y Comunicaciones (1977), Agricultura, Pesca y Alimentación (1980), Ciencia y Tecnología (2000), Educación y Ciencia (2004), Ciencia e Innovación (2008) y desde 2012, del Ministerio de Economía y Competitividad.

 
En 1929, dentro de la estructura del Ministerio de Fomento, se aprobó el Reglamento del Organismo, que concretaba algunas de las funciones del IEO. En su artículo 2º indicaba que “tendrá por primordial finalidad la de estudiar las condiciones físicas, químicas, dinámicas y biológicas de las aguas del mar, informando respecto de estos problemas a los Organismos del Estado y realizando especialmente aquellos trabajos, investigaciones y experiencias que por encargo del Ministerio de Fomento o por iniciativa del director del Instituto, tiendan a la mejor explotación de la riqueza del mar”.

La guerra civil de 1936 supuso una interrupción del trabajo científico del IEO, como sucedió con la gran mayoría de las instituciones españolas. Una vez acabada la contienda, durante los decenios de los 40 y 50, el Instituto desarrolló, con los pocos medios de que disponía, una investigación encomiable que dio lugar a numerosas publicaciones. Además, se mantuvo la presencia activa de España en los organismos internacionales de investigación y coordinación oceanográfica, tales como el Consejo Internacional para la Exploración del Mar, la Comisión Internacional para la Exploración Científica del Mediterráneo, la Comisión Oceanográfica Intergubernamental y el Consejo General de Pesca del Mediterráneo.

El III Plan de Desarrollo, llevado a cabo a finales de la década de los 60 e inicios de los 70, proporcionó al IEO un aumento presupuestario considerable, que se tradujo en una mejora y ampliación de equipos e instalaciones, que por aquellas fechas eran reducidos, anticuados y, en algunos casos, deficientes. Asimismo, supuso un aumento de su plantilla.

En el año 1980, el Instituto pasó a depender del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, como asesor de la administración pesquera. Este cambio originó una reorientación en sus objetivos y su acomodación a las nuevas exigencias es su nuevo papel de asesor directo.

Un hito importante en la historia del IEO se produjo en 1986, cuando el Instituto quedó integrado en el grupo de Organismos Públicos de Investigación (OPI). Entre las funciones que deben realizar este tipo de organismos se encuentran la gestión y ejecución de los Programas Nacionales y Sectoriales asignados en el Plan Nacional, así como contribuir a la definición de objetivos del Plan Nacional, colaborar en tareas de evaluación y seguimiento, y asesorar en materia de investigación científica e innovación técnica a la Administración del Estado.

Para poder cumplir sus nuevos cometidos, ese mismo año se produjo una ampliación de la plantilla y se elaboró un programa marco de investigación marina, en el que se determinaron los objetivos generales del Instituto, sostenidos en tres importantes pilares: estudio de los recursos pesqueros, desarrollo de la acuicultura y estudio de las condiciones oceanográficas del medio ambiente marino.

En 1997 se modernizó el antiguo Reglamento de 1929 y se definieron de nuevo la naturaleza y régimen jurídico, las funciones, los órganos rectores y la estructura orgánica básica del IEO. Tres años después, en el año 2000, el IEO estrenaba milenio pasando a depender del Ministerio de Ciencia y Tecnología. El mismo año se aprobó el Estatuto del Instituto, que continúa vigente en la actualidad.

En abril de 2004 el IEO se adscribe a la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación del Ministerio de Educación y Ciencia. Finalmente, en 2008 pasa a depender del Ministerio de Ciencia e Innovación.